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Garro fue el primer foráneo.
La centenaria flota extranjera de un club de cantera

La centenaria flota extranjera de un club de cantera

A la espera de más incorporaciones antes del inicio de Liga, Cofie se convierte en el extranjero número cien en la historia del conjunto rojiblanco

J. A. G. / M. R.

GIJÓN.

Jueves, 9 de agosto 2018, 02:36

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Con el desembarco del ghanés Cofie, el Sporting suma el centenar de jugadores de nacionalidad extranjera en la relación de futbolista que defendieron los colores rojiblancos en su historia, en competiciones oficiales. Un número importante si se tiene en cuenta la señal identitaria de un club que se define de cantera. Esta temporada, a la espera de que se pueda producir alguna salida, el equipo dirigido por Rubén Baraja puede reunir hasta ocho jugadores foráneos en el once. Un número susceptible de crecer habida cuenta de que Miguel Torrecilla, director deportivo rojiblanco todavía tiene pendientes, al menos, cuatro incorporaciones más. No es extraño pensar que pesque foráneos, ya que considera que los productos de fuera de España son más accesibles en el plano económico.

Será importante, en todo caso, que acierte con las contrataciones para que el Sporting esté en situación de competir por uno de los puestos altos de la clasificación. Los antecedentes no invitan al optimismo. El conjunto rojiblanco ha tenido extranjeros de distinto nivel, aunque en realidad pocos han dejado huella como los productos forjados en la cantera de Mareo. La historia de la entidad guarda un lugar privilegiado para Enzo Ferrero, el mejor foráneo que ha defendido nunca el escudo rojiblanco. El extremo argentino fue protagonista en el mejor Sporting, con 341 partidos y 91 goles en su trayectoria.

El primero que vistió la zamarra del club gijonés fue el argentino Óscar Garro, procedente del Lucense, tras haber llegado a España para jugar en el Celta. Fue en el verano de 1950. Su principal mérito fue marcar el gol 100 liguero de la temporada del ascenso en 1951. Nueve años después se incorporó Lucio Mansilla, que tuvo poca presencia, pese a sus goles, acusado de rendimientos irregulares. Eran años en los que las limitaciones para los extranjeros eran muy estrictas.

En la larga relación hay pocos futbolistas que hayan sobresalido. Después de Ferrero, el siguiente en rendimiento fue Lediakhov, con 234 partidos, en los que anotó 48 tantos. El ruso pudo haber sido mejor, pero tuvo una etapa final convulsa, que precipitó su adiós con destino al Eibar, donde jugó a las órdenes de Blas Ziarreta. A continuación están Doria, Bilic, Cherishev y Bernardo, actualmente en las filas del Girona, y uno de los artífices del éxito del Sporting de los 'guajes'. Los demás no llegaron al centenar de partidos oficiales.

Hubo otros jugadores espectaculares, como el luso Gomes, cuyo paso por Gijón estuvo marcado por una tendinitis. Luego sería 'Bota de Oro' dos veces con el Oporto. El carismático Doria tuvo una presencia prolongada, con un rendimiento que dejó buen recuerdo, lo mismo que Rezza, aunque una lesión lo retiró pronto.

Más recientemente conviene destacar el caso de Bilic, protagonista en el ascenso de 2008. Un futbolista muy querido por la grada por su entrega y compromiso. El mexicano Flores, mundialista en el 86, destacó en la temporada que jugó, así como el bosnio Stanic (cedido por el Milan) el ruso Nikiforov (uno de los traspasos más caros de la historia del club).

También pasaron jugadores con un estilo espectacular, pero con un rendimiento por debajo de sus posibilidades. Algunos ejemplos fueron Iordanov, Nilsson o Halilovic. Otros fueron lo que se conoce como jugadores de club, con una profesionalidad superior a su nivel futbolístico, como Sabou -cuyo rendimiento fue decisivo en la temporada de la promoción ante el Lleida- o Gregory, por debajo del nivel de Doria. Otros como Hugo Pérez o Eguren conectaron con la grada por su carácter pero no cumplieron las expectativas en el campo a pesar de dejar algunos destellos con sus respectivas selecciones nacionales.

Desaciertos

El resto de extranjeros pueden clasificarse en tres baremos. Por una parte, los futbolistas cumplidores, con un tono aprobado, por su corta estancia o exhibir un nivel medio, tipo Killer, Luhovy o Cherishev. En otro están los que no pasaron de ser mediocres con una participación con altibajos. Pueden ser los casos de Trejo o Cunningham. Se esperaba más.

En otro apartado están los 'pufos' que fueron demasiados. Algunos no llegaron a debutar. El primer caso curioso fue el de Leandro Alas, de quien se decía que el bueno de los hermanos era Julio, pretendido por el Espanyol. Luego llegaron los oriundos, con documentos extraños, argumentos engañosos y sin aptitudes para jugar en el Sporting. El platense Ferrer tampoco intervino en partidos oficiales y el portero andino Passagio no llegó a participar ni en amistosos.

Se registraron otros fichajes extraños, que fueron un fracaso. Trotta fue una historia rocambolesca. Los últimos fueron Traoré, Elderson y Xandao, pero antes habían estaado Yekini, Kosolapov, Kucharski, Lekovic, Popovic o Ángel Pérez, entre otros.

Sólo se incluyen en la lista los que tuvieron ficha con el primer equipo, aunque no hayan debutado, o jugaron en alguna ocasión con ficha del filial, como fue el malí Adama, mientras que no cuentan los españoles nacidos en localidades extranjeras, como Pablo, natural de Buenos Aires; Pier, de Roma, o Yago, de Costa de Marfil, dada su nacionalidad española.

Esta temporada, la plantilla del Sporting ya tiene ocho foráneos. Queda por ver en qué apartado quedarán encasillados, según su participación y rendimiento, los nuevos Geraldes, Peybernes, Sousa, Cofie y Lod, además de Babin, Barba y Rachid, quienes, por ahora, siguen aquí.

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