Sporting | El derbi aguarda el brindis de la Copa

Herrera dará esta noche la vuelta a su equipo como a un calcetín, revolucionando el once y persiguiendo que el rendimiento no se resienta con tan drástico cambio. El sueño de cualquier entrenador. Y este, Herrera, no pierde de vista ni lo de esta noche, ni el derbi. Entre los temporales reservistas rojiblancos, en cualquier caso, hay mucho por descubrir, como el brasileño Xandao y el catalán Jordi Calavera. Ambos partirán esta noche desde la parrilla de salida y tendrán la oportunidad de manifestar su fútbol ante el Reus, cuyo director de orquesta es López Garai, viejo conocido del Sporting y del técnico catalán -coincidió con él en el Celta-, que la pasada temporada puso el candado a su taquilla de jugador y tiró la llave.

El rendimiento de ambos será una de las curiosidades que tratará de saciar el sportinguismo en noventa minutos de fútbol intersemanal, además de la oportunidad de ver crecer a los precoces Nacho Méndez y Pedro Díaz, y observar a Álex López en una faena más amplia. A ellos se suma el estreno en competición oficial de Whalley en la portería, entre otros ingredientes que figuran en la despensa de Herrera, que ha manifestado su intención de alcanzar una cota interesante en la Copa.

Álex Menéndez

Al otro lado del tablero, en una eliminatoria a un partido con el Sporting como forastero, se situará el Reus, el primer banquillo de López Garai como entrenador, al que brinda su fútbol el zurdo Álex Menéndez. Otro canterano de Mareo en el exilio. Igual que lo hizo el fin de semana en el Tartiere, testando al próximo rival de los rojiblancos, participará hoy. No lo hará Dejan Lekic, flamante fichaje de los catalanes, que ha comenzado su puesta a punto para la Liga tras una llegada tardía.

El Reus se plantará en el partido con media docena de bajas y un proyecto que persigue coser su tradicional solidez defensiva, con la corona del equipo que menos goles concedió de toda la categoría el curso pasado (29), a una evolución con el balón por la que suspira. Es un proyecto poco maduro, en construcción, que todavía no ha estrenado su casillero de victorias en la Liga. Pero una ocasión de oro, en cualquier caso, para que el Sporting siga dando carrete al optimismo antes de un reencuentro histórico.

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