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La mítica imagen de ‘El Brujo’ en un partido contra el Rayo Vallecano en El Molinón el 31 de octubre de 1976.

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La mítica imagen de ‘El Brujo’ en un partido contra el Rayo Vallecano en El Molinón el 31 de octubre de 1976. Ubaldo Puche

Adiós a Quini, un símbolo del fútbol español

La figura de Quini trascendió lo deportivo por su grandeza humana y su carisma

VÍCTOR M. ROBLEDO

GIJÓN.

Miércoles, 28 de febrero 2018, 04:58

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Hace poco más de seis años, cuando la Fundación Quini-Hermanos Castro dio sus primeros pasos, Quini guardó en cajas todo los recuerdos de su carrera deportiva con la idea de crear un futuro museo que fuera una de las piedras del proyecto. El altillo de Cerámicas La Guía sirvió durante algún tiempo como almacén provisional, con Alberto Estrada afanándose por encontrar nuevos huecos para recolocar todo el material, aunque el gerente pronto descubrió se trataba de una tarea casi imposible. Pese a que los trofeos, las medallas y los reconocimientos ocupaban mucho espacio, nada acaparaba tanto como las muestras de cariño y admiración que había ido coleccionando sin quererlo. Iker Casillas, Puyol, Piqué, Villa o Raúl son solo algunas de las leyendas del fútbol español que, sin pedírselo, regalaron sus camisetas al Brujo y estamparon en ellas cariñosas dedicatorias. Estaban en una esquina de la sala junto a otras cuarenta más y rodeadas por decenas de álbumes de fotos.

La mayoría de esas fotos tenían un denominador común: la sonrisa de Quini. En su época como delegado del primer equipo del Sporting, los futbolistas bromeaban con él y se quejaban de que les restaba todo el protagonismo. Al Brujo le bastaba con descender la escalerilla del autobús para firmar que se le acercaran un puñado de seguidores a la caza de un autógrafo en un cromo o una revista de su época mientras ellos entraban en el hotel sin mayor gloria. Una generación de españoles creció escuchando cada tarde de domingo la narración de los goles de Quini, que se convirtió así en un símbolo del fútbol español.

La grandeza de Quini trascendía sus siete trofeos Pichichi, sus títulos con el Barça o sus partidos con la selección. Quedó demostrado ayer, minutos después de confirmarse su fallecimiento, con todos los medios digitales abriendo con la triste noticia. El mundo del fútbol rápidamente expresó sus condolencias y compartió sus sentimientos a través de las redes sociales. No faltó nadie: clubes, excompañeros, futbolistas actuales con los que ni siquiera coincidió, aficionados...

La Federación Española le dedicó una breve semblanza. A continuación, La Liga comunicó que en los partidos de Primera División que se jugarán entre hoy y mañana se guardará un minuto de silencio, igual que en los que se celebrarán el próximo fin de semana en Segunda División. Vicente del Bosque, preguntado por la figura del 'Brujo', pronunció una frase que muchos otros repitieron después. «Con su adiós se nos va un caballero, un hombre querido por todo el mundo», declaró el exseleccionador. Íker Casillas, por su parte, aprovechó sus redes sociales para enviar sus condolencias a la familia». «Por todo, no solo por sus goles, Quini se merece el cielo», se podía leer en la emotiva nota con la que el Sporting se despedía mayor símbolo del club en su web.

En febrero de 2009, tras superar el cáncer de garganta, el destino le hizo un pequeño homenaje en forma de carambola. El Sporting se plantó en el Camp Nou sin entrenador por la sanción que recayó unos días antes sobre Manolo Preciado e Iñaki Tejada, que tuvieron que seguir el partido desde la grada. Quini, como delegado, fue la figura en la que recayó el peso del banquillo rojiblanco, aunque fuera de forma simbólica. El Brujo asomó por el túnel de vestuario rodeado de la nube de fotógrafos similar a la que formaban los aficionados al verlo bajar del autobús del Sporting. La ovación que le brindó aquella noche puesto el público barcelonista sonó a mucho más que un aplauso. Fue solo uno de los muchos reconocimientos que Quini, el símbolo del fútbol español, recibió cuando dejó de ser Quini, el goleador de la sonrisa imborrable.

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