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Jony celebra su gol en una jugada del partido de Liga de Segunda División entre el Sporting y el Hércules.
El laboratorio del Barça

El laboratorio del Barça

Jony, que compartió vestuario con varios jugadores del potente filial azulgrana, desvela sus entrañas

Javier Barrio

Martes, 20 de mayo 2014, 12:44

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Casi donde el área que defendió el Sporting en la segunda mitad, en Anduva, agarró Jony el balón. Pegado a la línea de cal, como un funámbulo, metió una marcha. Otra y otra. Una cuarta. Hasta recorrer casi unos setenta metros de campo en apenas un parpadeo en los que dejó atrás a dos rivales, sorprendidos por la desaforada cabalgada del extremo de Cangas del Narcea, y hasta a sus propios compañeros. En solitario apuró hasta la línea de fondo y, justo en el límite, sacó un centro que despejaron a duras penas los defensores del Mirandés ante Scepovic. «Iba mirando hacia atrás y, al mismo tiempo, a mi derecha para ver si me acompañaba alguien en la contra. Veía que nadie llegaba y, en el último cambio de ritmo, ya vi a Stefan e intenté poner el balón. Había llegado un poco forzado a la línea de fondo y por desgracia lo cortó el defensa», rememora el extremo.

Esa eléctrica galopada, sintomática de la confianza que tiene su protagonista ahora mismo, simboliza el estado de gracia que atraviesa el '33' del Sporting, la gran sensación del equipo de Abelardo Fernández en estos dos últimos partidos. Y el sábado llegará el tercero, complejo por el momento del rival y determinante por el valor de los tres puntos que se pondrán en juego. La marcha de más que aporta al equipo este futbolista, de 22 años, se antoja tremendamente necesaria ante un rival con las fantásticas hechuras del Barcelona B, al que conoce al milímetro el cangués.

Dos temporadas de educación recibió en La Masía, una de las escuelas futbolísticas más prestigiosas del mundo, cuando era un juvenil. «Masip, Ilie, Patric, Espinosa, Carles Planas, Sergi Gómez, Sandro Ramírez, Dongou...», recita Jony de carrerilla. Más que el inicio de la enumeración de un posible once de Eusebio Sacristán, son los nombres de algunos de sus compañeros de viaje en la Ciudad Condal. Los mismos que el sábado se situarán al otro lado del campo en El Molinón. «De los 18 que vendrán aquí para el partido, 13 ó 14 serán chavales con los que coincidí allí. Todos vivíamos juntos en La Masía», precisa.

No tiene los trazos el encuentro del fin de semana de un enfrentamiento cualquiera de temporada. El filial azulgrana personifica la ocasión más cercana para que el Sporting pueda dejar prácticamente garantizada su presencia en el 'play off' y preocuparse de otros horizontes, como la posibilidad de superar al Murcia e igualar a puntos a Las Palmas y al propio Barcelona B, lo que le permitiría asentarse en uno de los dos primeros puestos de la promoción, recuperando el factor campo en la eliminatoria que ya planea por el horizonte. No resultará tan sencillo, sin embargo, maniatar el talento del segundo equipo del Barcelona.

«Tenemos que hacer bueno el punto del sábado en El Molinón y conseguir una victoria», concluye Jony, que introduce el primer 'pero' en la conversación. «El Barça B es un rival muy complicado, con jugadores que dentro de unos años destacarán en grandes equipos, y van a venir aquí con muchas ganas porque en El Molinón se respira ambiente de fútbol, es un gran escaparate, y querrán gustarse», enfatiza sobre la complejidad de la empresa. Combinar el descaro de este tipo de futbolistas en un escenario como El Molinón parece una mezcla explosiva.

A los nombres que ha mencionado el jugador del Sporting hace varios minutos se suman Denis Suárez, por el que el Barcelona pagó 1,5 millones de euros al Manchester City este verano, y Adama Traoré, un portento físico de Hospitalet, con raíces en Malí, que en enero alcanzó la mayoría de edad. De precocidad también entiende bastante el extremo de origen marroquí Munir, goleador el pasado fin de semana en el Mini Estadi ante el Murcia. Y un florido ramillete de talentos que completan la plantilla.

  • Una apisonadora implacable con rostro juvenil

  • Detrás de los juveniles rostros de sus futbolistas, el Barcelona B esconde una verdadera apisonadora que, una vez engrasada, ha resultado incontenible para la mayor parte de los rivales con los que se ha cruzado por el camino. Los números que presenta el equipo de Eusebio Sacristán son sencillamente terroríficos.

  • El Barcelona B es el mejor equipo de la segunda vuelta con 33 puntos y el que más victorias ha logrado en este tramo de la competición. Su último triunfo, además, le permitió igualar al Deportivo de La Coruña como el mayor coleccionista de triunfos este año en Segunda (18). Ahora amenaza el reinado del Sporting como el proyecto más goleador. Contabiliza ya 54 goles por los 58 de los rojiblancos.

  • Cierto es que no siempre fue así. Para hacerse una idea de la magnitud del brutal crecimiento que ha experimentado el Barcelona B esta temporada basta con retroceder hasta la jornada 19, cuando ocupaba el primer puesto del descenso, a nueve puntos del Sporting, segundo por aquel entonces. Tan solo en las diez últimas jornadas ha logrado seis victorias, con dos empates y dos derrotas. Ninguno de los cinco primeros clasificados ha sido capaz de someterle en esta segunda vuelta. Para muestra, el Murcia, muy mal parado en el Mini Estadi (4-0).

Hay varias ideas para contrarrestar el tiránico fútbol que practica y promueve el equipo que entrena Eusebio, un calco futbolístico, aunque más imberbe y mucho menos experimentado, del primer equipo del Barcelona. Y, aunque no hay garantías en el fútbol, el desenchufe azulgrana tiene sus caminos. El extremo de Cangas del Narcea muestra uno y señala hacia el cielo. Apunta como clave el aprovechamiento de las acciones de estrategia. Lekic, Scepovic, Bernardo, Barrera, Iván Hernández, Luis Hernández... Una cuestión de altura. «Somos muy fuertes a balón parado y tenemos que aprovecharlo porque ahí tienen su principal defecto. Creo que no defienden bien esas jugadas y tenemos que hacernos fuertes», subraya.

Refinada salida de balón

Introduce Jony otro aspecto del juego azulgrana sobre el que meditar porque el Barça B deja al descubierto conél su principal momento de debilidad: su refinada salida de balón, la que origina sus interminables posesiones. Su fortaleza, aunque también su talón de Aquiles si la precisión en el manoseo del balón no roza la excelencia habitual. «Siempre intentan sacar el balón jugado desde atrás y tenemos que estar bien situados y preparados para, nada más robarlo, salir a la contra porque ahí también podemos hacerles daño», asegura el extremo, cuya velocidad puede cobrar especial relevancia el sábado como punta de lanza en los ataques del Sporting.

«No tengo nada que demostrar», concede Jony sobre su reencuentro con el Barcelona. «Solo tengo que seguir haciendo lo que sé, ayudando al equipo, y, sobre todo, aportando mi granito de arena para que los tres puntos del sábado se queden en Gijón, que es lo verdaderamente importante», afirma.

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