Abelardo espera por Guerrero

Abelardo mantiene su confianza en todos los futbolistas que tiene a su disposición pero no oculta tampoco que la baja de uno de sus teóricos titulares es un contratiempo de difícil solución. Quizás, por ese motivo, no quiere asumir riesgos. Ni él ni tampoco el propio futbolista, que optó ayer por ejercitarse al margen del resto del grupo para evitar una recaída en las molestias que sufre en el cuádriceps del muslo derecho, consecuencia de un fuerte golpe que sufrió en el partido del domingo, en el Nuevo Colombino.

«Prevenimos riesgos que puedan suponer un paso atrás y así estar en las mejores condiciones para el próximo partido», reconoció el delantero toledano, al término del entrenamiento en el que realizó carrera continua y algunos ejercicios con balón, pero sin entrar en el partidillo con el resto de sus compañeros.

Entre ellos tampoco estuvieron Pablo Pérez ni Álvaro Bustos, que arrastran sendas dolencias y tampoco se ejercitaron por prevención. En el caso del mediapunta gijonés, padece dolores en los abductores que aconsejan descanso para facilitar una recuperación más rápida. Al igual que Guerrero, existe confianza en que Pablo Pérez esté en la relación de convocados de Abelardo aunque más difícil parece que mantenga su puesto en el once, una vacante que podría cubrir Álex Barrera.

El entrenador rojiblanco tuvo que echar mano del filial para disponer de jugadores suficientes para realizar el habitual partido de los jueves, donde mezcló titulares y suplentes como viene siendo norma habitual en las últimas semanas. La principal novedad fue la inclusión del camerunés Dani Ndi, que estuvo muy activo a lo largo de toda la sesión y se ganó los elogios de Abelardo, que mimó igualmente a Carlos Castro, renqueante esta semana a causa de unos problemas gástricos.

Aprovechar las ocasiones

Si finalmente recupera a todos los 'tocados', el preparador gijonés bien podría recurrir a los mismos futbolistas que se desplazaron a Huelva el pasado fin de semana. Abelardo tiene un once tipo y son pocas las variables que introduce, salvo por cuestiones físicas o sanciones.

El técnico no dio muchas pistas en la sesión preparatoria de ayer y volvió a incidir en la necesidad de mantener la intensidad como receta para mantener la línea ascendente del equipo. El rival no lo pondrá fácil. Es cierto que le está costando despegar a Osasuna en su vuelta a la Segunda, pero la plantilla es consciente de que se trata de un león dormido. «Tiene grandes futbolistas con experiencia y no tengo dudas de que estará arriba al final de temporada», advirtió Guerrero, que reclama «concentración» a sus compañeros para impedir que los navarros prolonguen su racha goleadora en Gijón.