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Sergio Álvarez pugna con Manu Barreiro por un balón aéreo, en las inmediaciones del área visitante, con Álex Menéndez a la expectativa.
El Sporting iguala su mejor racha histórica

El Sporting iguala su mejor racha histórica

Los gijoneses, que igualan la serie de partidos sin perder del equipo de Boskov de la temporada 1982-1983, apenas dispusieron de ocasiones claras de gol

MANUEL ROSETY

Domingo, 16 de noviembre 2014, 00:07

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El Sporting mantiene su vitola de invicto tras empatar ante el Alavés y Abelardo iguala el récord de Boskov de la temporada 1982-1983 con trece jornadas consecutivas sin perder. Los gijoneses sumaron un buen punto, muy trabajado, ante un rival correoso y complicado en el juego aéreo, aunque ofensivamente les faltó acierto en los metros finales.

LO MEJOR

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  • Resumen en vídeo del Alavés-Sporting en ELCOMERCIO.es

  • Control. Tras despojarse de la presión inicial alavesista, los rojiblancos asumieron el dominio del balón, lo que les permitió llevar el mando del partido.

  • Imprecisiones. Los gijoneses perdieron la oportunidad de ganar el encuentro por los errores cometidos en el pase, sobre todo, en la zona de vanguardia.

  • Sporting Alavés

  • 3 S

  • aques de Esquina

  • 5

  • 3

  • Fueras de Juego

  • 1

  • 12

  • Faltas señaladas

  • 16

  • 3

  • Tiros a portería

  • 3

  • 5

  • Tiros fuera

  • 5

  • 3

  • Golpes francos

  • 6

  • 2

  • Tarjetas amarillas

  • 1

  • 0

  • Tarjetas rojas

  • 0

  • 0

  • Goles

  • 0

El técnico gijonés repitió la formación que ganó al Zaragoza en la jornada anterior, mientras que el conjunto vitoriano efectuó tres cambios. Los gijoneses afrontaron el partido con su habitual 4-2-3-1, mientras que el conjunto vasco utilizó un 4-4-2, casi siempre centrado en buscar las opciones aéreas con Ion Velez.

El Alavés tuvo una fuerte salida que sorprendió a los rojiblancos. El equipo local abusó de colgar balones por alto al área gijonesa y trató de sorprender con entradas por las bandas. Los laterales Galán y Castillo se convirtieron en dos atacantes más, lo que aumentó los problemas defensivos de los gijoneses.

La presión vitoriana duró los primeros diez minutos, fase en la que el Sporting dio un aviso en su mejor ocasión de gol del partido tras una jugada de Carlos Castro, con un disparo final que rebotó en un defensa. Poco después, el encuentro empezó a equilibrarse, con un mayor control del balón por parte de los gijoneses. El equipo de Abelardo abusaba del toque en defensa, en busca de espacios libres en el centro del campo, con bastante participación de Sergio y Cases que trataban de encontrar sitio en la zona de vanguardia o en la banda de Jony.

El problema del Sporting es que los pases en el campo contrario resultaban casi todos fallidos por una excesiva precipitación. Las pérdidas de balón ocasionaban bastantes complicaciones y creaban situaciones de nerviosismo. A medida que pasaban los minutos, el conjunto gijonés se asentaba mejor en el campo y traspasaba los problemas de imprecisiones a los locales, quienes insistían en su cultura del pelotazo o buscando profundizar por las bandas para intentar ganar la espalda a la zaga sportinguista.

En esta fase del partido, la defensa gijonesa dio una sensación de mayor seguridad. Incluso tuvo algunas aproximaciones para buscar remates ante una poblada retaguardia vitoriana. La mejor oportunidad fue un remate de Bernardo a la media vuelta, que tras dar en el cuerpo de Einar salió desviado a córner.

El partido transcurrió por unos derroteros de limpieza, aunque hubo algunos brotes de juego tenso, por las disputas del balón. El árbitro tinerfeño Trujillo Suárez, que mantuvo un tono aceptable durante todo el encuentro, solo mostró un signo de compensación con la quinta amonestación de la temporada a Sergio, por una jugada intrascendente, después de mostrársela al local, Manu García.

En los últimos cinco minutos del primer tiempo, el Alavés volvió a insistir en su juego directo, aprovechándose más de las imprecisiones y las pérdidas de balón de los rojiblancos que de sus propias ideas. El destinatario, casi siempre, era Ion Velez, con Barreiro a la expectativa.

Tras el descanso, el Alavés volvió a insistir en su presión. Los locales dieron el primer aviso en un córner ensayado, que Velez cabeceó por encima del larguero de la portería de Cuéllar. El Sporting intentaba nivelar el control del balón, pero ofensivamente lo hacía de forma muy esporádica y sin alternativas de remate. El partido entró en una fase extraña, con falta de serenidad en los rojiblancos, quienes no encontraban claridad de ideas en los metros finales.

Una de las mejores aproximaciones tuvo a Jony de protagonista, pero el centro del cangués se fue cruzado a la otra banda sin encontrar un rematador.

El partido pudo cambiar de guión a los diez minutos del segundo tiempo, al aprovechar el Alavés uno de los errores gijoneses en las pérdidas de balón, con un contraataque que cogió a Bernardo a contrapie y con el resto de la defensa fuera de sitio. La jugada de Velez fue brillante pero en el remate apareció Cuéllar, quién efectuó la parada del partido.

El encuentro entró en una fase de más alternativas, aunque sin llegada por parte gijonesa. El camerunés Ndi dispuso de una buena oportunidad para acercarse al área local, pero «chupó» en exceso, sin ver a Jony desmarcado. El primero en buscar soluciones fue el técnico local, Alberto López, con la entrada de Beobide por el capitán Manu García, sin variar el dibujo táctico. Poco después Abelardo retiró a Carlos Castro para dar entrada a Álex Barrera y dejar a Ndi más adelantado por el centro. Con la variante, el equipo gijonés perdió sentido ofensivo. Además, los gijoneses tenían un rendimiento bastante desequilibrado, sobre todo marcado por los errores en el pase.

Al Sporting le vino bien el cambio de Alberto López, al retirar a Velez, que era uno de los principales problemas para la defensa rojiblanca, y dar entrada a Juli, que se dedicó a gambetear más por la banda. Casi en el mismo minuto Abelardo buscó aire fresco en la banda izquierda con Juan Muñiz en lugar de Jony.

El partido entró en una fase de incertidumbre por la igualdad en el marcador. A medida que pasaban los minutos, los rojiblancos perdían convencimiento en sus opciones de ataque. Las pérdidas y las imprecisiones aumentaban, con algún apuro esporádico en defensa, zona en la que Bernardo, una vez más, imponía su ley. También Lora logró frenar los avances insisistentes por la banda zurda del Alavés, a la que se incorporaba una y otra vez el lateral Castillo.

En la fase final del encuentro, los gijoneses ensayaron el disparo en dos ocasiones, pero de una forma imprecisa. Jara, que ocupó el puesto de Carmona en los compases finales, disparó alto en el primer balón en el que entró en juego. Lo mejor del partido fue el punto sumado. El Sporting es un equipo difícil de sorprender, aunque en Mendizorroza despachó uno de los partidos más irregulares de lo que va de temporada.

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