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La fuerza aérea de Miguel Torrecilla

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Álex Alegría, con la camiseta del Betis, protege el balón ante el deportivista Fernando Navarro. J. M. VIDAL

La fuerza aérea de Miguel Torrecilla

El Sporting busca un delantero de referencia, con gol, corpulento y difícil de defender

EDUARDO ALONSO

GIJÓN.

Sábado, 28 de julio 2018, 01:41

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Sobre la mesa del director deportivo del Sporting hace semanas que se encuentra el plan trazado por Miguel Torrecilla para la confección de la plantilla de una próxima temporada cada vez más cercana. Primero, fondo de armario: el centrocampista Sousa y los laterales Molinero y Geraldes. Después, jugadores de referencia. Un capítulo iniciado con el centrocampista finlandés Robin Lod, llamado a ser uno de los protagonistas del cuadro de Rubén Baraja. Y lo deben completar, además de un extremo, dos delanteros de primer nivel.

El trabajo del máximo responsable deportivo, no obstante, se antoja difícil. Ya no por la dificultad de que la afición sportinguista se olvide de dos referentes ofensivos de la pasada temporada como Santos y Jony (diecisiete goles, el uruguayo y cinco, el cangués). Sino por el alto precio y los muchos rivales que se encuentra a la hora de buscar nuevos nombres que sean auténticos sinónimos de gol.

Miguel Torrecilla va reuniendo informes sobre esas herramientas que terminen de dibujar el círculo de la próxima temporada. Y entre los principales, entre los que se encuentran más arriba, aparece subrayado el nombre de Álex Alegría (Plasencia, 1992) para que exhiba el cartel del '9' rojiblanco, aunque, a día de hoy, el delantero de Plasencia se encuentra lejos de Mareo, con la mira puesta en la Primera División, en la que se mueve su representante, Jose Manuel Osuna. No obstante, los contactos entre ambas partes son habituales.

Con un currículo amplio (Cacereño y Betis B en Segunda B; Betis y Numancia en Segunda, y Betis y Levante en Primera), Álex Alegría luce credenciales y se ajusta a los parámetros de la búsqueda: 1,88 metros y 84 kilogramos. Un delantero centro a la vieja usanza. De esos jugadores difíciles de defender por su corpulencia, que exigen un trabajo en bloque de la defensa rival para detenerlos. Porque, si algo preocupa al director deportivo, es ganar poderío tanto en las jugadas a balón como en el juego aéreo, decisivos en los resultados finales de un duelos cada vez más igualados. Quiere, en definitiva, dibujar un conjunto voraz en el área contraria. Un Sporting liderado por un delantero de corpulencia que vea la meta rival desde las alturas, que ofrezca argumentos, que tenga pegada.

Porque las defensas, todas ellas, se sienten inquietas ante el poderío del juego aéreo y Torrecilla quiere presumir, al calor de hombres con las características de Álex Alegría, de un conjunto gijonés agresivo futbolísticamente, intimidador en las jugadas de estrategia. El técnico salmantino no deja de pensar en las posibilidades que brinda este tipo de delanteros: expertos en aguantar de espaldas a la portería y en forzar a los centrales a rechazar el balón en condiciones precarias, exponiendo a la defensa a la llegada de las oleadas de volantes y extremos.

Álex Alegría, mientras, siente que, pese a que nadie en el club aún lo ha oficializado, su etapa en el Betis está próxima a finalizar tras una temporada cedido en el Levante truncada cuando su rodilla derecha saltó por los aires en los primeros compases -rotura del ligamento del cruzado anterior-, que está próximo a dar un salto en su carrera, que cada día que pasa más ojos ajenos le miran y que su futuro está a punto de dar un vuelco, a no ser que medie un suceso imprevisto -el Betis adolece de delanteros y tiene contrato vigente hasta 2021-.

Él nunca ha escondido sus aspiraciones de cambio y ahora mira lejos de la capital sevillana seducido por los cantos de sirena que le llegan desde Primera División -Huesca y Rayo Vallecano- y, en mayor número, desde los grandes fortalezas de la división de plata. Entre ellas, desde El Molinón. Los nombres ses suceden... Su prioridad es la Liga de las estrellas, pero el Sporting aguarda un cambio de dirección para incorporarlo al plantel de delanteros de Rubén Baraja.

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