Sporting | Trece jugadores y dos dudas

Tal es la sensibilidad que existe ahora mismo con este tema que las molestias que notó Rachid al inicio del entrenamiento de ayer -en la parte posterior del muslo izquierdo- generaron una escena de tensión y preocupación de magnitud. El centrocampista franco-argelino, que no está descartado para el viernes y que será examinado nuevamente hoy, confirmó el refrán de los perros flacos y las pulgas, y tuvo que retirarse del entrenamiento a modo de prevención cuando apenas se llevaban consumidos unos minutos. Quizá por esto Herrera, que manifestó su preocupación con un rosario de gestos en conversación con Rachid, decidiera dar por concluido poco después el entrenamiento en el césped de los futbolistas titulares ante el Zaragoza.

Bergantiños, dos semanas

La plantilla se encuentra en este momento bajo mínimos, con trece jugadores con ficha del primer equipo a disposición y dos dudas: el propio Rachid y Canella, quien, si bien ha completado estos dos entrenamientos con normalidad, todavía no ha recibido el alta médica. Con esto, el once que pueda reunir Herrera para el arranque en el Mini Estadi es una verdadera incógnita. Una confirmación de baja de Rachid sería casi dramática, dejando al equipo huérfano de mediocentros del primer equipo, una circunstancia que tortura al técnico, que ayer conoció que Bergantiños estará dos semanas fuera por una micro-rotura. El margen de maniobra quedaría reducido a los canteranos Pedro Díaz y Nacho Méndez -este con más opciones- y la reconversión de algún jugador de músculo, como Álex Pérez, para equilibrar la apuesta, además de la posibilidad de retrasar a Moi Gómez. El empujón del central hasta el centro del campo también propiciaría algún cambio en defensa, que podría mantener los tres centrales y la continuidad de Juan Rodríguez.

El que debutará prácticamente seguro es el lateral catalán Adri Montoro, que se encuentra ante su gran oportunidad tras las lesiones de Lora y Calavera, que han dejado hueco para que este joven futbolista, de 22 años, pueda irrumpir en el fútbol profesional y disponga de cierto margen para manifestar su fútbol. En estas circunstancias tendrá que medir mucho Herrera sus movimientos. La normativa permite alinear un mínimo de siete futbolistas profesionales, con cuatro canteranos, pero esta es una situación de riesgo. Si uno de los profesionales se lesionara o fuera expulsado, el equipo incurriría en alineación indebida.

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