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Baraja, durante la vuelta al trabajo, entre Pedro Díaz y varios jugadores del Sporting.

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Baraja, durante la vuelta al trabajo, entre Pedro Díaz y varios jugadores del Sporting. ARNALDO GARCÍA
Sporting

El libro de estilo de Rubén Baraja

El equipo rojiblanco apenas ha concedido ocasiones de peligro en estos dos partidos, salvo disparos lejanos | La presión adelantada, el sistema defensivo y el nuevo dibujo, las claves del nuevo Sporting

JAVIER BARRIO

GIJÓN.

Martes, 28 de agosto 2018, 01:04

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Con cuatro puntos en el bolsillo, a buen recaudo, y solo un gol lamentado en su portería, el Sporting ha presentado en estos dos primeros encuentros de la temporada una imagen sobria y bastante fiable. Un primer boceto de lo que puede llegar a ofrecer, muy alejado todavía del punto de madurez y pendiente de tomarse la temperatura frente a rivales más directos. El libro de estilo de Rubén Baraja se sustenta en unos pilares inquebrantables, que surgen a partir de la seguridad defensiva y un fuerte trabajo de presión. A partir de ahí empieza a engrasar la maquinaria, que despachó un completo encuentro ante el Nástic, al que fue muy superior en su estreno en El Molinón.

1. Presión adelantada

Uno de los rasgos más identificativos del equipo de Baraja en estos dos primeros encuentros, especialmente en el del domingo, es la línea de presión, muy adelantada y agresiva en zonas muy concretas del campo. Ahí empieza la defensa y el ataque, empujando al rival hacia su portería y obligándole a pisar constantemente su campo. El Nástic pasó muchos apuros en El Molinón para encontrar una salida limpia, forzado continuamente al error en los pases por el agobio, principalmente de los tres delanteros. El primer gol del domingo, en ese sentido, llegó tras una pérdida de balón de uno de los dos centrales ante Djurdjevic, que inició el contragolpe.

2. Sistema defensivo

El Sporting se ha mostrado como un equipo muy solvente y disciplinado en el apartado defensivo, en el que se nota especialmente la mano de Baraja, que incide todas las semanas en las basculaciones y, en general, la sincronización de los movimientos para reducir los espacios y los riesgos. El equipo se siente cómodo con los centros laterales y, con la presión adelantada, fuerza a los rivales a buscar portería siempre desde larga distancia. Mariño solo ha tenido que lamentar el gol de Alcorcón, contabilizando cinco tiros a portería en estos dos partidos. El equipo también tiene un comportamiento más aguerrido en competición, evitando que prospere el juego de ataque rival en algunos momentos de los partidos. Cometió siete faltas más que el Nástic y dos más que el Alcorcón en Santo Domingo.

3. El nuevo dibujo

Baraja pasó página este verano y dejó atrás el 4-4-2 y el 4-2-3-1 con los que vistió a su equipo el año pasado. El Sporting se abriga ahora con un 4-3-3 muy definido, buscando superioridad en el centro del campo, con el ghanés Isaac Cofie por delante de la defensa dando palique al balón en la salida y contribuyendo en la contención. Su libreto, no obstante, está abierto a modificaciones y en Mareo ha ensayado con los otros dos dibujos.

4. Poderío físico

A diferencia de la pasada temporada, en la que solo sobresalía Álex Pérez (1,91 metros), el Sporting se ha convertido este año en un equipo muy poderoso a nivel físico. Babin (1,81 metros), Álex Pérez y, sobre todo, Cofie (1,84 metros) dominaron por las alturas en el partido frente al Nástic. Peybernes (1,87 metros), que espera su oportunidad, también se expresa con contundencia en los duelos aéreos. En ataque Neftali (1,79 metros y 82 kilogramos) aporta músculo desde el banquillo y Álvaro Jiménez tiene velocidad para impulsar al equipo por la banda, así como el portugués Geraldes desde el lateral. El inglés Nick Blackman, al que se espera ya esta semana, es otro futbolista de altura (1,88 metros), con una zancada que le hace muy peligroso al espacio.

5. El ataque

Aunque el proyecto todavía está muy lejos de su madurez, con margen de crecimiento, el Sporting expresa bastante pegada. Colocó cuatro tiros más en la portería que el Alcorcón y otros tantos más que el Nástic. En total suma ya 13 disparos a puerta en dos jornadas, de un total de veinte intentos. Contribuye mucho en ello la incorporación de futbolistas de segunda línea como André Sousa, quien se ha prodigado bastante con su zurda desde fuera del área. Baraja también otorga una importancia máxima a la finalización de las jugadas para evitar el contragolpe rival.

6. Los cambios

Otro punto a favor de Rubén Baraja en estos dos primeros partidos han sido las modificaciones que ha hecho desde el banquillo sobre la marcha. La entrada de Sousa, Neftali y Pelayo Morilla lanzó al Sporting en Santo Domingo, donde el equipo fue mucho más incisivo en el tramo final y el equipo dispuso de dos ocasiones muy claras para marcar antes del gol. Más favorable fue el panorama que se encontraron Neftali, Lod y Nacho Méndez ante el Nástic, aunque los visitantes daban síntomas de crecimiento. La burbuja rival se terminó con la salida al campo de estos tres jugadores, que volvieron a lanzar al Sporting. Sousa marcó en Alcorcón y Lod, tras una grandísima jugada de Nacho Méndez, hizo el segundo el domingo.

7. Soluciones de banquillo

Rubén Baraja apreció el curso anterior una plantilla descompensada en varias posiciones, además de carente de personalidad, y con pocos elementos de refresco para agitar un partido. Lo dejó muy claro en Valladolid, en el 'play off', donde solo hizo una modificación en la segunda mitad -Álex López por Rubén García en el minuto 86-, pese al 3-1, al considerar que los cambios no mejorarían al equipo titular. El Sporting, de hecho, llegó muy agotado a esa fase crítica de la temporada, con la remontada tras el Tartiere cimentada en un grupo de futbolistas muy concreto.

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