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Urgente «Cuando llegué abajo y vi las llamas, se me vino el mundo encima»
Vicente Miera, el que fuera entrenador del Sporting en aquella eliminatoria ante el Torino, en Madrid. FOTOPRENSA
«Mucha gente me ha dicho que nuestro Sporting marcó una época en España»

«Mucha gente me ha dicho que nuestro Sporting marcó una época en España»

Vicente Miera. Exentrenador del Sporting ·

El técnico cántabro acudirá a Gijón la próxima semana para participar en los actos por el 40 aniversario del debut rojiblanco en Europa

VÍCTOR M. ROBLEDO

GIJÓN.

Viernes, 7 de septiembre 2018, 01:57

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«La verdad es que no me acordaba de que se cumplen cuarenta años del debut en la UEFA contra el Torino, pero es un detalle muy bonito que nos hayan invitado», confiesa Vicente Miera (Peñacastillo, Cantabria, 1940) con un punto de nostalgia que se cuela a través del teléfono. El técnico cántabro acudirá el próximo viernes a Gijón para participar en los actos organizados por el Sporting para celebrar la efeméride y volver a pisar el césped de El Molinón, que considera su casa. Antes, repasa con EL COMERCIO una época inolvidable.

-¿Se le quedó grado algún detalle de aquel partido ante el Torino?

-Después de tantos años las imágenes ya se entremezclan. Recuerdo que en El Molinón jugamos muy bien, sacamos un buen resultado y eso nos dio un poco de tranquilidad en el partido de vuelta porque éramos novatos en ese sentido. Fue una gran eliminatoria y un momento fantástico. La pena es que no pudimos superar la siguiente.

-En Gijón aún se habla del gol olímpico anotado por Enzo Ferrero en la portería del Fondo Sur.

-Yo tengo recuerdos sueltos. Me imagino que en los próximos días, según se vaya acercando la fecha, irán apareciendo cosas en los medios y me vendrán a la mente. Lo que tengo grabado es la sensación de que en aquella eliminatoria las cosas salieron como queríamos.

-¿Ha vuelto mucho a Gijón en los últimos años?

-Suelo ir con frecuencia, aunque últimamente no lo he hecho mucho. Ya he estado varias veces en El Molinón tras la reforma y me gusta mucho cómo han quedado las gradas. El césped lo veo igual que siempre, porque siempre estuvo muy bien. Cuando se hizo el campo de Los Fresno, conseguimos un espacio para entrenar y eso permitía que El Molinón siempre estuviera en buenas condiciones. Lo tratábamos muy bien.

-¿Le sorprendió que la directiva contactara en aquel entonces con usted para hacerse cargo del equipo? Era un técnico muy joven.

-No mucho porque ya había comentarios en prensa y demás y sabía que era una de las opciones que manejaba el club. Ya conocía bien al equipo porque los dos últimos años de mi carrera como jugador los había pasado en el Sporting y más o menos controlaba el fútbol asturiano en todos los aspectos porque había entrenado al Langreo y al Oviedo... Tengo que decir que yo en Asturias siempre me sentí como en casa y muy bien tratado. Estuve doce o trece años entre mis etapas como jugador y como entrenador, tuve mucha fortuna con los equipos y los compañeros que me tocaron.

-Las nuevas generaciones de sportinguistas han crecido escuchando las hazañas aquella época. ¿Cómo jugaba su Sporting?

-Hacíamos un fútbol muy conjuntado. Jugábamos a tener el balón y sacarlo jugado. No al pelotazo. Mucha gente, como jugadores y personas vinculadas al fútbol, me ha dicho con el paso de los años que nuestro Sporting marcó una época en España. No dependíamos de un jugador, sino del conjunto. Esa era nuestra mayor fortaleza.

-Quini, Ferrero, Castro, Ciriaco, Redondo, Maceda... Se estaba formando un equipo de leyenda.

-Fue una buena hornada. La gente que iba saliendo desde abajo o que iba llegando al equipo se adaptaba muy bien. En ese sentido siempre tuve mucha suerte, porque me tocaron grandes jugadores. Fue una época inolvidable.

-El equipo pasó en dos años de jugar en Segunda División a debutar en Europa.

-Creo que el punto que marcó el cambio de los años siguientes fue la inauguración de Mareo. Podíamos entrenar por las mañanas y por las tardes y el equipo dio un salto muy grande. No tenía nada que ver con la situación de mi etapa como jugador, en la que teníamos que entrenar hasta en la playa. Los Fresno se estropeaba mucho cuando llovía y teníamos muchos problemas para entrenar. Con Mareo podíamos planificar con más seriedad.

-¿Hay a algún pupilo al que le haga especial saludar el próximo viernes?

-Últimamente no he coincidido con muchos, pero me va a alegrar enormemente volver a verlos. Me han comentado que va a venir prácticamente toda la plantilla, así que tendremos tiempo de ponernos al día y recordar viejos tiempos. Estaré encantado de pasar el fin de semana en Gijón.

-El fallecimiento de Quini fue un mazazo para todos los que coincidieron con él.

-Quini fue compañero mío en el Sporting antes de tenerlo como jugador. Lo conocía muy bien. Además de su valía como futbolista, estaba su lado humano, su buen humor, su compañerismo. Es de esos jugadores que te dejan huella en todos los sentidos. Era fantástico. Lamenté mucho su muerte y seguro que lo echamos mucho de menos en esta reunión.

-El Sporting actual tiene poco que ver con el que usted vivió.

-Lo sigo por lo que veo en televisión y leo en los diarios. En todos los equipos hay ciclos mejores y peores. El problema económico es grande en la mayoría de los equipos, pasa en Santander, en Asturias... Pero son equipos que, aunque pasen una época mala, siempre serán grandes.

-¿Qué le ha parecido lo que ha visto en los primeros partidos de Liga?

-Es difícil sacar conclusiones tan pronto. Cuando lo he visto me ha gustado. Me ha dado la impresión de que es un equipo que intenta hacer buen fútbol y que juega bien. La igualdad que hay en Segunda es muy grande, tienes que imponerte con jugadores que marquen la diferencia, pero en conjunto lo estoy viendo muy bien.

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